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miércoles, 3 de marzo de 2010

Por que? POR QUE????


Esas son las dos palabras que se repiten mil veces dentro de la cabeza cuando ocurre algo que no deseábamos ver manifestado. Que tortura mas ingrata preguntarse una y otra ves en torno a la misma cuestión! Como si hacerlo solucionara o cambiara en algo la situación...
Así se revive la mala experiencia, dándole atención y vida. Todo lo contrario a lo que se desea: superar y olvidar.
Que se puede hacer al respecto?
El resentimiento, frustracion, impotencia y el dolor son algunos de los motores generadores de esta circunstancia.
Es una tarea inútil intentar reprimir todo aquello de un momento para el otro, ya que toda situación dolorosa lleva algún tiempo de duelo, el proceso natural de aceptacion y superación.
La mejor alternativa es mantener la mente ocupada en actividades creativas, y si nos damos cuenta que estamos masticando pesares, no luchar con la idea, porque sera más duro, dejarla que se valla por el mismo lado por donde llego. A mi me funciono tratarla como si fuera algo vivo que me entiende: Si noto que me esta molestando le digo "Eso que me recuerdas ya paso, lo perdone, lo olvide, perdono a todo aquel que necesite mi perdón, y me perdono a mi misma, no te necesito, eres una idea absurda" Suave sin enojarme y de a poco ira desapareciendo.
Esta enseñanza maravillosa se la agradezco a Conny Mendez ya que a través de sus libros mi vida ha sido bendecida.



domingo, 24 de enero de 2010

Tienes conciencia de cómo tu piensas?



Parece una tarea casi imposible mantener el control de los pensamientos durante todo el tiempo.
Permanecer en una actitud positiva y relajada es un objetivo que se consigue con el trabajo diario, paso por paso, sin presiones ni apuros.
Cuantas veces sin darnos cuenta estamos masticando cosas que nos pasaron y nos dejaron marcas de dolor? Con solo recordarlo le damos vida y energía, lo traemos al presente y sufrimos por ello una y otra ves. Esa forma tortura genera en el cuerpo tensiones, contracturas, marcas de enojo y angustias en el rostro, un sabor amargo en la boca, dolores de cabeza. La lista es interminable!
Hay que ser fuertes y estar atentos, pero también hay que saber perdonarnos así mismos si nos equivocamos y volver a empezar. Tomar conciencia de nuestros actos es un gran paso y la voluntad firme de cambiar nuestra actitud mental es la llave hacia el control de los pensamientos, emociones y sentimientos