martes, 22 de junio de 2010

Hoy hiciste alguna cosa para hacer sonreir a alguien?


Un gesto puede ayudar a cambiarle la vida a alguien y a cambiártela a ti mismo al mismo tiempo.
Una visita desinteresada, un saludo, convidar un pedazo de torta o regalar un caramelo son pequeños actos que endulzan el corazón de quien lo recibe y enriquece al que lo da. Hacer algo que haga sentir bien al otro sin esperar nada a cambio, sólo por el gusto de compartir un momento de alegría, genera en nuestro corazón un estado de euforia como si "tocaras el cielo con las manos". Alegra compartiendo lo bueno que te ocurre, contagia la fe que lo que viene es muy bueno, la buena predisposición. Preguntale de verdad como se siente la persona que tienes delante, escucha , da una palabra de aliento que salga desde tu alma. Contagia la buena voluntad al mundo y este te contagiará a ti...

sábado, 19 de junio de 2010

Una hermosa manera de empezar mi día..




Al abrir los ojos doy gracias a Dios por el nuevo día que comienza, doy gracias por todas las cosas buenas que contiene y porque me siento bien, agradesco cada cosa que recuerdo que tengo y que me hace feliz. De esta manera me siento con energías y alegría, con fe en las cosas buenas y abriendo las puertas de par en par para que entren las bendiciones.

viernes, 11 de junio de 2010

Yo SI Puedo ! Yo SI Tengo ! Yo SI Quiero !


Esas tres oraciones son un pequeño recordatorio sobre nuestras propias motivaciones para llegar a nuestras metas. Digamos que si nos centramos en algo que deseamos y sentimos que en este momento "NO se puede tener", o que "NO puedo hacer" es una orden ! Cada "NO puedo" generado por nosotros frena la materialización del deseo. Cuanto más pienses en lo inalcanzable que es , más lejos estará.
Lo mejor es enfocarse en todo lo que se tiene (y sentirse muy agradecido por ello :) y en todo lo que se puede hacer ahora, es decir, llenar tu día de cosas que SI puedes hacer, que SI puedes tener hoy. Yo SI Puedo ! Yo SI Tengo ! Yo SI Quiero ! eso debe abundar en nuestras cabezas cada día para que paso a paso se abran las puertas de la prosperidad.
Cuando recuerdes ese deseo que hoy no está en tus manos: siente gratitud en el corazón (como si lo vieras llegar doblando en la esquina) y dá las gracias a Dios con la certeza de que ya viene en camino, luego deja ese deseo en paz. Sientete feliz porque a través de la alegría todo llega más rápido a tu vida.