lunes, 11 de enero de 2010

Pude ver las estrellas





De repente hubo un gran apagón, no se podía ver ni una sola luz a la redonda, la temida oscuridad completa. Comencé a sentir gran intranquilidad, no me sentaba cómodo pensar en la idea de la absoluta penumbra prolongándose por incalculables horas. Ya era el momento de dormir, pero al sentir el viento arremolinado azotando la casa, acompañado del calor abrazador junto con la negra noche más me convencía que no iba a poder intentar conciliar el sueño, así que me senté junto a la ventana y en medio de mi asombro descubrí un cielo magnífico: miles y millones de estrellas brillando, una imagen digna de un mágico cuento de hadas...

Yo pude conocer ese cielo en el momento que se apagó la luz artificial, ya que este tipo de iluminación, opaca el cielo, quitándole todo brillo y no deja poder apreciarlo en todo su esplendor.
Esta fue mi lección del día: En el momento que ocurre algo con apariencia de estar mal, seguro que tiene su lado positivo y su razón de ser.



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